Bruxismo: Definición, causas, síntomas, complicaciones y tratamientos
- Marident

- 8 jun
- 3 Min. de lectura
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es un trastorno caracterizado por el hábito involuntario de apretar, rechinar o frotar los dientes. Puede manifestarse durante el día (bruxismo diurno) o mientras la persona duerme (bruxismo nocturno). Esta condición es común y puede afectar a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos.
Aunque en ocasiones el bruxismo puede ser leve y pasar desapercibido, en casos severos puede causar un desgaste dental significativo, dolor mandibular, cefaleas y problemas en las articulaciones temporomandibulares (ATM).

Tipos de bruxismo
Bruxismo diurno: Se presenta durante las horas de vigilia. Generalmente está asociado a estados de concentración intensa o a emociones como estrés y ansiedad. A menudo se realiza de forma consciente o semi-consciente.
Bruxismo nocturno: Ocurre durante el sueño y está considerado un trastorno del movimiento relacionado con el sueño. Las personas con bruxismo nocturno suelen no ser conscientes de su comportamiento, pero puede manifestarse con sonidos fuertes y causar molestias o daños dentales.
Causas y factores de riesgo
El origen exacto del bruxismo no está completamente esclarecido, pero se acepta que es multifactorial, incluyendo aspectos físicos, psicológicos y genéticos:
Estrés y ansiedad: Son factores predominantes, especialmente en el bruxismo diurno. La tensión emocional puede desencadenar el apretamiento de los dientes como una respuesta de afrontamiento.
Hábitos orales parafuncionales: Como morder lápices, uñas, o mascar chicle prolongadamente.
Consumo de sustancias: Cafeína, alcohol y tabaco pueden aumentar la probabilidad de bruxismo.
Medicamentos: Algunos fármacos usados para la salud mental, como ciertos antidepresivos y medicamentos para el TDAH, pueden inducir bruxismo como efecto secundario.
Factores genéticos: La presencia familiar de bruxismo sugiere una posible predisposición hereditaria.
Trastornos del sueño: Personas con apnea obstructiva del sueño, terrores nocturnos, epilepsia y otros trastornos del sueño tienen mayor riesgo.
Condiciones neurológicas: Enfermedad de Parkinson, demencia y epilepsia se han asociado al bruxismo en algunos estudios.
Síntomas del bruxismo
Los síntomas varían según la severidad y el tipo de bruxismo:
Rechinido o crujido audible de los dientes, especialmente durante el sueño.
Desgaste, fractura o movilidad dental debido al roce constante.
Dolor y sensibilidad dental por la pérdida de esmalte y exposición de dentina.
Dolor en músculos de la mandíbula, cuello y rostro.
Cefaleas tensionales, especialmente en la zona temporal (sienes).
Rigidez o bloqueo mandibular, a veces con chasquidos al abrir o cerrar la boca.
Agrandamiento visible de los músculos maseteros (hipertrofia muscular).
Sensación de dolor de oído sin que haya una causa otológica.
Dificultades para conciliar o mantener el sueño.
Complicaciones
El bruxismo no tratado puede derivar en:
Desgaste dental irreversible, con riesgo de pérdida de piezas dentales.
Daños en restauraciones dentales como empastes, coronas y puentes.
Problemas en la articulación temporomandibular (ATM), con dolor, inflamación y limitación de movimientos.
Dolor crónico que afecta la calidad de vida y el bienestar general.
Trastornos del sueño que provocan fatiga y somnolencia diurna.

Diagnóstico
El diagnóstico se basa en:
Historia clínica: Preguntas sobre síntomas, hábitos y antecedentes familiares.
Examen físico: Evaluación de la dentición, musculatura facial, articulaciones y signos de desgaste.
Estudios complementarios: En algunos casos, se usan poligrafías de sueño o electromiografía para valorar la actividad muscular nocturna.
Tratamientos
No existe un tratamiento único para el bruxismo, sino un enfoque multidisciplinario que incluye:
1. Control y manejo del estrés
Terapias psicológicas (cognitivo-conductual).
Técnicas de relajación y mindfulness.
Ejercicio físico regular.
2. Protección dental
Férulas o placas oclusales: Dispositivos removibles que se colocan en los dientes para evitar el desgaste y distribuir las fuerzas de manera equilibrada.
3. Medicación
Relajantes musculares para reducir la tensión.
En casos severos, toxina botulínica (Botox) para disminuir la actividad muscular excesiva.
Ajustes de medicación si algún fármaco está causando bruxismo.
4. Modificación de hábitos
Evitar morder objetos duros o mascar chicle.
Conciencia y técnicas para evitar apretar los dientes durante el día.
5. Tratamiento de trastornos asociados
Evaluar y tratar apnea del sueño o problemas neurológicos que puedan influir.
Prevención
Mantener hábitos saludables de sueño y reducir factores de estrés.
Revisiones dentales periódicas para detectar daños a tiempo.
Evitar sustancias estimulantes antes de dormir.
Adoptar posturas adecuadas y técnicas de relajación para la mandíbula.

Conclusión
El bruxismo es una condición frecuente que puede pasar desapercibida hasta que causa daños significativos. Reconocer sus síntomas y causas es fundamental para buscar ayuda profesional oportuna. Un enfoque integral que incluya el manejo del estrés, protección dental y cambios en hábitos puede prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Si presentas síntomas de bruxismo, ven a Marident para una evaluación completa y un plan de tratamiento personalizado.

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